Driouech, de 60 años y capitán desde 2010, se enteró hace un par de meses que participaría en el desfile flotante de seis kilómetros desde el Puente de Austerlitz hasta el Puente de Lena, antes del final en el Trocadero.
“Es un gran placer y una oportunidad única. No sé cuándo tendremos la oportunidad de organizar (de nuevo) los Juegos en París”, declaró Driouech a Reuters.
“No saben lo feliz que estoy de participar en estos Juegos Olímpicos, que es algo que les gustaría hacer a 67 millones de franceses. Es un gran orgullo, y estoy feliz de representar a mi nación”.
La empresa Vedettes de Paris, para la que trabaja Driouech, ha firmado un contrato para proporcionar cuatro embarcaciones de propulsión eléctrica para la ceremonia de apertura.
“Nuestros marineros están entrenados para navegar en estas condiciones específicas”, declaró a Reuters Julie Devernay, subdirectora general de la compañía Vedettes de Paris.
La tripulación ya ha participado en dos sesiones de entrenamiento y en una primera prueba el verano boreal pasado. El 27 de mayo está prevista una segunda prueba a escala real.
“El entrenamiento tiene más que ver con la seguridad que con cualquier otra cosa. El Día D hay un protocolo que seguir”, dijo Driouech.
Driouech es muy consciente de los riesgos de seguridad durante la ceremonia, a la que asistirán 326.000 personas y para la que se movilizarán 45.000 agentes de las fuerzas del orden.
“Estamos aprensivos, dado lo que está pasando en el mundo, por los actos terroristas, sí. Pero, francamente, confío en la seguridad nacional”, declaró.
