Rob Manfred, comisionado de las Grandes Ligas, se marcha tras ofrecer una conferencia de prensa para anunciar el fin del paro el jueves 10 de marzo de 2022 (AP Foto/Bebeto Matthews)

Acuerdo pone fin a paro en MLB y preserva campaña íntegra

NUEVA YORK (AP) — El agrio paro de las Grandes Ligas concluyó el jueves, cuando un dividido sindicato de peloteros votó a favor de la oferta de los dirigentes para salvar la campaña íntegra de 162 juegos por equipo, que se inaugurará el 7 de abril.

Los dueños aprobaron el contrato laboral con una vigencia de cinco años, por 30 votos contra cero, y las Grandes Ligas declararon formalmente levantado el paro a las 7 p.m. (0000 GMT), en su 99no día.

“Estoy genuinamente emocionado por decir que las Grandes Ligas están de regreso y que vamos a disputar 162 juegos”, manifestó el comisionado Rob Manfred. “Quiero comenzar disculpándome con nuestros fanáticos. Sé que los últimos meses han sido difíciles”.

El congelamiento de las nóminas en las Grandes Ligas, impuesto desde el 2 de diciembre con el inicio del paro, se disolvió de inmediato. Ello permitiría que Freddie Freeman, el puertorriqueño Carlos Correa y más de 100 peloteros que se han declarado agentes libres firmen contratos.

Los campamentos de entrenamiento en Florida y Arizona abrirán sus puertas este viernes. Los peloteros estarán obligados a presentarse el domingo.

El 17 o 18 de marzo, comenzarán los juegos de pretemporada.

Los fanáticos pueden empezar a hacer planes para acudir al Fenway Park, al Dodger Stadium o a Camden Yards desde el mes próximo. La jornada inaugural se llevará a cabo poco más de una semana después del 31 de marzo, la fecha prevista originalmente.

El acuerdo derivará en varios cambios en el béisbol. La Liga Nacional adoptará el bateador designado, abriendo más oportunidades para toleteros como el dominicano Nelson Cruz. Además, se aprobó una expansión de los playoffs con 12 equipos y se añadieron medidas para desincentivar los casos en que los clubes se desmantelan y pierden numerosos encuentros.

Buena parte de la lucha laboral se centró en los asuntos económicos fundamentales de este deporte.

Los 184 juegos que Manfred declaró como cancelados, quedaron sólo pospuestos. La campaña regular se extenderá tres días, al 5 de octubre.

Aproximadamente tres duelos por equipo se disputarán como parte de dobles carteleras.

Los lanzadores Max Scherzer y Andrew Miller asumieron papeles destacados como voceros sindicales. Y los peloteros permitieron que vencieran dos plazos impuestos por los clubes para salvar la fecha inaugural de la temporada.

Tras reducir la diferencia entre sus propuestas económicas esta semana, las Grandes Ligas hicieron otra oferta el jueves por la tarde, y enfatizó que éste era absolutamente el último momento para disputar 162 juegos y preservar el salario completo y el tiempo total de servicio por parte de los peloteros.

Los equipos avanzaron a un punto intermedio entre su oferta y la exigencia de los jugadores. La junta ejecutiva del sindicato aprobó la oferta por una votación de 26-12, dijo a The Associated Press una persona que solicitó permanecer en el anonimato porque no se habían autorizado los anuncios al respecto.

Las imágenes de los jugadores, que se habían borrado del sitio Web de las Grandes Ligas, se volvieron a publicar a las 7 de la noche. Los clubes tuitearon videos y comunicados en los que celebraron el fin del paro, y compartieron información sobre la compra de boletos para el nuevo día inaugural.

“El acuerdo impulsa el deporte”, dijo el pitcher de los Yanquis, Gerrit Cole, miembro del subcomité ejecutivo del sindicato, durante una entrevista telefónica con la AP. “Atiende muchos aspectos en los que deberían estar enfocados los peloteros: el aspecto de la integridad competitiva”.

El nuevo contrato colectivo también expandirá los playoffs a 12 equipos. Dos campeones divisionales descansarán en la primera ronda de la postemporada y los otros cuatro equipos chocarán en una ronda de comodines a un máximo de cinco encuentros por cada liga.

Los equipos podrán portar publicidad en sus uniformes y cascos por vez primera. Podría establecerse un reloj de pitcheos y limitarse los desplazamientos defensivos en 2023.

“Amo nuestro deporte”, expresó Manfred. “Lo he dicho desde que soy comisionado.

“He hablado de la necesidad de realizar cambios en algunas de nuestras reglas para mejorar el valor del entretenimiento de nuestro producto en beneficio de nuestros fanáticos, y creo que el acuerdo nuevo abre una oportunidad en la que podemos trabajar con los jugadores para asegurarnos de que podemos cumplir con los cambios de las reglas que funcionen para nuestros fanáticos”.

El salario mínimo aumentará de 570.500 dólares a unos 700.000 y el impuesto al lujo en las nóminas subirá de 210 millones a aproximadamente 230 millones este año, con lo que los clubes que más gastan tendrán algo más de margen — como los Yanquis, Mets, Dodgers y Medias Rojas.

Las tasas de impuestas se mantendrán sin cambios en los tres primeros umbrales. Un nuevo cuarto umbral, que tendría en la mira al multimillonario dueño de los Mets Steve Cohen, aplicará tasas de impuestos de 80% para una primera infracción, 90% a la segunda y 1110% a la tercera.

También se estableció un nuevo fondo de 50 millones en primas para peloteros que aún no califican para la agencia libre, lo cual permitiría aumentos de salarios para las jóvenes estrellas.

Luego de otro obstáculo, en este caso el deseo de los dueños por establecer un draft internacional amateur, el acuerdo acabó de cerrarse la tarde del martes y coronó casi un año de negociaciones.

Los peloteros despotricaron durante años contra el acuerdo que expiró el 1 de diciembre, derivando en un declive de 4% en las nóminas, en contraste a la última temporada completa, regresando al nivel de 2015. El gremio fue ambicioso en las negociaciones y pidió la agencia libre con un criterio de edad y expandir el arbitraje salarial a su nivel de 1974-86.

En el tramo final, el impuesto al lujo — establecido para frenar el gasto desmesurado, pasó a ser un elemento crucial para alcanzar un acuerdo. Los jugadores consideraron que se tenía un umbral demasiado bajo y que las penalizaciones tan elevadas venían a ser un tope salarial, algo que el gremio luchó en contra durante la huelga de 7 meses y medio en 1994-95.

El costo, sin embargo, fue generar muchos rencor y recriminaciones de que ambas partes estaban obsesionadas con el dinero.

Los entrenamientos de primavera se vieron afectados por tercer año seguido, luego de dos temporadas de exhibiciones alteradas por la pandemia de coronavirus.

“La gente podrá ir al estadio. Eso ayudará”, dijo Cole. “Quizás cierta gente irá al estadio y nos expresarán su sentir de forma negativo. Ese también es un derecho que tiene. Creo que nadie quería que esto tomara esta dirección. Y algunos de los obstáculos que tuvimos que sortear durante las últimas semanas no fueron necesariamente por mala voluntad, sino seguir el debido proceso”.