El presidente ruso, Vladímir Putin, suspendió hoy indefinidamente los Juegos Mundiales de la Amistad, la competición ideada por el Kremlin como alternativa a los Juegos Olímpicos.
El decreto presidencial, que busca defender el derecho de los deportistas rusos a participar libremente en competiciones internacionales, fue publicado por el portal de información legal del Estado ruso.
De esta forma, los Juegos Mundiales de la Amistad no se celebrarán hasta nuevo aviso, es decir, hasta que el jefe del Kremlin no adopte una “decisión especial”
“El presidente, como siempre, tiene razón”, aseguró Yelena Välbe, presidenta de la Federación de Esquí.
Anteriormente, la Asociación Internacional de la Amistad ya había renunciado a celebrar ese torneo este año “tras mantener consultas con una serie de deportistas y federaciones internacionales”.
Los Juegos Mundiales de la Amistad debían haberse celebrado del 15 al 29 de septiembre pasado en Moscú y también Yekaterimburgo, capital de los Urales.
El boicot del Comité Olímpico Internacional y de las potencias occidentales hizo mella en la organización de esa competición, ya que algunos países tuvieron miedo a posibles sanciones.
Ante la marginación del deporte ruso debido al Dopaje de Estado y la guerra en Ucrania, Rusia propuso la celebración de competiciones alternativas.
Putin incluso firmó un decreto para la celebración de los Juegos Mundiales de la Amistad y desarrollar “nuevos formatos de cooperación deportiva internacional”.
Se esperaba la participación de unos 5.500 deportistas en una veintena de disciplinas olímpicas, que recibirían un total de 4.600 millones de rublos (unos 50 millones de dólares) en premios.
Sólo 15 atletas rusos tomaron parte en los Juegos Olímpicos de París, donde se colgaron una única medalla de plata en tenis femenino.
