Irreconocible en defensa, el Manchester City se ha convertido en un gigante de cristal que ya solo asusta a su entrenador Pep Guardiola y a sus aficionados, tras el profundo bache de seis partidos sin victoria.
El vigente cuatro veces campeón de la Premier League y vencedor de la Champions en 2023 se derrumbó de manera inexplicable el martes en su estadio contra el Feyenoord (3-3), dejando escapar una ventaja de tres goles en la recta final, un naufragio que empeora todavía más la crisis luego de cinco derrotas consecutivas.
La prensa británica, dada a no desaprovechar una ocasión en la que hacer juegos de palabras, ya se ha atrevido a apodar al club como “Calamitoso City” en el Daily Star, o el “Sin City” (ciudad del pecado) para el Daily Mirror.
“La miseria del City continúa”, resumía The Guardian, mientras que el Daily Mail habla de la “implosión” de unos ‘Citizens’ “en lo más bajo”.
Este resbalón de los ‘Sky Blues’ acostumbrados a ganarlo todo desde la llegada de Guardiola en 2016, parece no tener fin, y el entrenador español no ha logrado por el momento accionar el freno de mano.
Asentado sobre una defensa de hierro, entre otros pilares, el City ha construido un palmarés excepcional tanto en el plano doméstico (seis de las últimas siete Premier League) como internacional (Champions, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes).
Pero su defensa acaba de encajar diecisiete goles en seis partidos, tres en el espacio de un cuarto de hora el martes, contra el equipo de Róterdam, inferior sobre el papel.
- “Débiles, ligeros, frágiles” –
“Nunca antes habíamos visto una fragilidad defensiva así por parte del Manchester City. Tenemos la impresión de que ese es el caso en cada uno de los partidos que han jugado últimamente”, señaló el exjugador inglés Andros Townsend en la emisora de BBC.
Alan Shearer, excapitán de Inglaterra, fue más severo en Amazon Prime: “Tienen aspecto débil, tienen aspecto ligero, tienen aspecto frágil”, resumió. “Incluso a dos minutos del final, cuando van ganando 3-2, lanzan rápidamente una falta ¿Por qué?”, se preguntaba.
Es la pregunta del millón, que también se hacía Guardiola. Por primera vez en sus 942 partidos como entrenador, dejó escapar la victoria en un partido en el que su equipo ganaba por tres goles.
“Hemos perdido muchos partidos últimamente. Somos frágiles y por supuesto que necesitamos una victoria”, reconoció el catalán tras el partido. “Hay que descansar uno o dos días, vaciar mentalmente la cabeza y pensar en el próximo (partido”.
La remontada de los neerlandeses llevó a Guardiola a automutilarse, y apareció ante los medios con arañazos en la nariz y en el cráneo: “quería hacerme daño”, declaró sonriendo.
- Y ahora, el Liverpool –
Pero pese a esas heridas, seguramente no sufrió más que su defensa: “Les falta un líder vocal, un líder fuerte atrás”, analizó el exdefensa francés del Manchester City Gaël Clichy en Prime.
Indisponible desde hace cinco partidos, la defensa echa especialmente de menos a Ruben Dias. John Stones también está en la enfermería, Kyle Walker ha perdido la titularidad y Josko Gvardiol ha encadenado error tras error contra Tottenham (0-4) y Feyenoord (3-3).
Guardiola tampoco estuvo inspirado, sustituyendo a Nathan Aké en el minuto 68 y con 3-0 por el joven Jahmai Simpson-Pusey (19 años) en la defensa central.
En Inglaterra, Guardiola debe ajustar rápidamente las tuercas de los suyos si quiere mantener sus opciones de defender la Premier League. El domingo su equipo visita a Anfield para desafiar al Liverpool, el actual líder con una media de dos goles anotados por partido esta temporada en campeonato.