Lo nunca visto en el Manchester City

“En ocho años aquí nunca me había pasado algo así”, dijo Pep Guardiola después de que el Tottenham Hotspur les endosara un 0-4 y metiera al Manchester City en terreno desconocido. Cinco derrotas seguidas, un escenario que Guardiola nunca visualizó ni como jugador ni como entrenador y que el City no vivía desde 2006, dos años antes de que el dinero de Emiratos Árabes Unidos construyera un nuevo imperio.

La goleada contra los ‘Spurs’ supuso la cuarta vez en su carrera como técnico que perdía por una diferencia de cuatro goles o más, junto a cuando el Barcelona les metió un 4-0 en 2016, el 0-4 del Real Madrid a su Bayern Múnich en 2014 y el 4-0 del Everton también en 2016. Además, era la primera vez desde 2003 que el Manchester City perdía por cuatro goles en casa, desde que el Arsenal de Thierry Henry y Dennis Bergkamp les hizo un 1-5 en 2003. Por entonces, en el City las grandes estrellas eran Nicolás Anelka y un Robbie Fowler ya de vuelta.

Estas cinco derrotas, las mismas que en toda la temporada pasada, son un enigma en un equipo que estaba acostumbrado a no perder nunca y que ahora no hace otra cosa. Lo fácil es señalar a la ausencia de Rodrigo Hernández, lesionado del ligamento cruzado en septiembre y baja para toda la temporada.

Rodri no es el único problema

La estadísticas indica que, sin Rodri, el City marca menos goles, encaja más tira menos a puerta, da menos pases, gana menos duelos defensivos, recibe más disparos y gana menos puntos. Guardiola tenía razón, el madrileño es irreemplazable y el doble pivote que pueden formar Rico Lewis e Ilkay Gündogan hizo aguas contra el Tottenham. Ni Lewis es tan bueno para comandar un centro del campo ni Gündogan tiene ya las piernas de antaño. Mateo Kovacic, el sustituto más natural de Rodri, está lesionado para tres o cuatro semanas.

Pero la falta de Rodri no es la única explicación a por qué el City está así. Su repliegue defensivo es dramático. Con dos centrales lentos como John Stones y Rúben Dias (Manuel Akanji, el más rápido, ha estado lesionado) son vitales las correciones de Kyle Walker desde el lateral derecho.

El inglés siempre ha dejado lagunas en cuanto a posicionamiento y lecciones defensivas, pero lo ha tapado con una velocidad inaudita en la liga inglesa. Sin embargo, a sus 34 años, está en su peor temporada, ya bien sea por un declive lógico por la edad o por los problemas musculares que ha atravesado. La facilidad con la que Timo Werner le dejó atrás en el 0-4 del Tottenham era impensable hace unos meses.

Walker no es el único que está rindiendo por debajo de lo esperado. Ni Bernardo Silva, ni Jack Grealish ni Phil Foden están tirando del carro, mientras que a Kevin de Bruyne poco se le puede reprochar porque ha estado prácticamente todo el curso lesionado.

Arriba, los números de Erling Haaland siguen siendo buenos, con quince tantos en 17 partidos. Se mantiene como el Bota de Oro de la Premier, pero el día que no marca, es un jugador menos en el campo. Contra el Tottenham erró dos mano a mano en los primeros cinco minutos que hubieran cambiado seguro el partido.

El noruego no tiene reemplazo ya que el City decidió vender a Julián Álvarez, que quería ser titular, y también a Liam Delap, que en el Ipswich Town está demostrando que es un jugador más que competente y que podría haber aportado mucho desde el banquillo y en partidos en los que Haaland necesite descansar.

¿Fichajes?

Con esta perspectiva, al City le queda esperar al mercado de fichajes, donde tiene dinero para incorporar jugadores después de que en verano tuviera superávit, y confiar en que la plaga de lesiones se acabe.

En estos momentos, la diferencia con el Liverpool es de ocho puntos y el domingo que viene recibirán a los ‘Reds’ en el Etihad con la posibilidad de quedarse a once. Esta desventaja la han levantado dos equipos en la historia: el Arsenal, que en la 1997-1998 remontó once unidades al Manchester United; y el Manchester United, que deshizo los doce puntos de ventaja que tenía el Newcastle United en la 1995-96.

El Liverpool es el segundo equipo en la historia de la Premier en tener una ventaja tan grande tras solo doce partidos. Le supera el Manchester United de la 1993-94 que tuvo nueve puntos de ventaja en esta estancia.