Nacida en 1993, la atleta, refugiada desde 2002 en Kenia para huir de la guerra, debutó en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro en 2016 y después participó en Tokio en 2021, donde participó en los 1.500 metros. Fue eliminada en las series.
“La AIU suspendió provisionalmente a Anjelina Nadai Lohalith (atleta del equipo de refugiados) por presencia de una sustancia prohibida (la trimetazidina)”, escribió la institución en un mensaje publicado en su cuenta X.
La trimetazidina, que mejora la circulación sanguínea, está prohibida desde 2014.
Es la misma sustancia en el centro de la polémica de los nadadores chinos que dieron positivo antes de los Juegos de Tokio, en 2021, un escándalo que ha hecho temblar los cimientos de las instituciones mundiales de la lucha antidopaje, acusadas de haber ocultado estos controles.
También fue detectada en la joven patinadora rusa Kamila Valieva durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín en 2022.
La Unidad de Integridad del Atletismo, institución independiente basada en Mónaco, fue creada en 2017 por World Athletics para luchar contra el dopaje y otras cuestiones de integridad, como las apuestas, la corrupción o la manipulación de resultados de competiciones.